El Chisme
La compleja sociedad que día a día creemos perfeccionar.
Se ha vuelto muy común, principalmente en las redes sociales, emitir juicios de valor dañinos y calumniosos, involucrar la integridad o la dignidad de las personas. Chismear es comunicar y eso ha sido parte desde el inicio de la humanidad, sin embargo, lo que vemos ahora, son sociedades más complejas, más demandantes y el chisme puede ser un medio efectivo para conseguir cumplir sus objetivos.
El "yo solo digo lo que escuché" o el "dicen por ahí, dicen”.
Las consecuencias que trae un chisme son profundamente negativas:
1 – Baja la moral de quienes lo escuchan.
2 – Aleja el talento (los grandes líderes no son chismosos).
3 – Hace a las personas improductivas.
El chisme cuesta dinero, te vuelve improductivo.
Existen organizaciones que se toman el aspecto del chisme muy en serio. Por ejemplo, Dave Ramsey, el presentador de radio que lidera una gran organización dedicada a ayudar a las personas a tener control de sus finanzas, comenta que en su empresa si te escuchan promoviendo el chisme estás automáticamente fuera de la organización. Sin importar lo talentoso que puedas ser.
Las palabras hirientes se arrojan con facilidad, pero nunca podemos volver a recogerlas.
Somos el resultado de lo que hacemos, pensamos y decidimos.
"La lengua no tiene huesos pero rompe huesos".
La verdad es que uno decide cómo ser o parecer.
No hagas lo que no quieres que te hagan.
Comunicar sí, pero con veracidad y sin dañar la dignidad de las personas, que es más valiosa que el chisme.
En la antigua Grecia Sócrates, cómo todos sabemos, tenía una gran sabiduría. Un día vino alguien a encontrar el gran filósofo, y le dijo:
- ¿sabes lo que acabo de oír sobre tu amigo?
- un momento-respondió Sócrates. - antes de que me lo cuente, me gustaría hacerle tres preguntas:
¿ Has comprobado si lo que me dices es verdad?
- No. Solo he oído.
- Muy bien. Así que no sabes si es la Verdad.
Lo que quieres decirme sobre mi amigo, ¿es algo bueno?
- ¡Ah no! Por el contrario.
- Entonces,-continuó Sócrates,-quieres contarme cosas malas acerca de él y no estás seguro que son verdaderas.
¿ Es útil que yo sepa qué me habría hecho este amigo?
- No, en serio.
- Entonces,-conclusión de Sócrates,-lo que querías contarme no es ni Cierto, ni Bueno, ni Útil; ¿porque querías decírmelo?

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